Se ha afirmado que el software está consumiendo el mundo, pero en los últimos tiempos esto podría modificarse para decir que el software está "habilitando" el mundo. Según un estudio de Gartner, se espera un incremento de 11,5 % en el uso de herramientas de software empresarial. Pues para Digital Ware, al cierre de 2022 se proyectó una expansión mayor del 20% en la región de Latinoamérica con soluciones de clase mundial para empresas de gran tamaño.
A medida que las arquitecturas empresariales se orientan cada vez más hacia modelos controlados por software, estos controles están permitiendo nuevos niveles de resistencia y agilidad para responder y hacer frente a la evolución de la situación geopolítica, las perturbaciones influenciadas por el clima y las tendencias del mercado en constante cambio, todo ello garantizando al mismo tiempo la seguridad y la sostenibilidad.
“A pesar del ritmo del cambio tecnológico, los sistemas y controles de software, basados en los avances de la IIoT, la IA y el ML, y la computación en la nube y en los bordes, están permitiendo a las empresas tener una mayor visibilidad, conocimiento y supervisión de las operaciones. Esto está proporcionando un nivel de resistencia que antes no era posible para hacer frente a la vorágine de influencias en el mundo actual. Al permitir una mayor gestión del riesgo cibernético, así como proporcionar una base para los compromisos y objetivos de sostenibilidad, el software ha pasado de comerse el mundo a permitirlo”, explica Natalya Makarochkina, Vicepresidente Senior de la división de operaciones internacional de Secure Power, en Schneider Electric.
Para hacer frente a estos escenarios, las empresas necesitan ser resistentes y ágiles, con mayor supervisión y conocimiento para poder modelar, planificar y pivotar. Esto significa disponer de sistemas de software que vinculen todos los aspectos de la operación, haciéndolos visibles, medibles y gestionables. Ya no bastará con informar sobre las operaciones de toda la empresa. Para competir y sobrevivir, la empresa tendrá que ser capaz de modelar y predecir cómo afectarán los cambios necesarios a la producción, la rentabilidad y a los objetivos de sostenibilidad.
Para alcanzar este nuevo nivel de visibilidad y control, están surgiendo nuevas arquitecturas. Ahora se espera que las futuras arquitecturas empresariales incluyan una combinación de un 20 % de centros de datos centrales, un 30 % de nube pública y un 50 % de despliegues periféricos en los próximos tres años.
Esto traerá consigo nuevos niveles de sensores (IIoT), supervisión, visibilidad, gestión y análisis. Los sistemas basados en la nube supervisarán estas nuevas arquitecturas, que abarcarán cada vez más elementos, desde las líneas de fabricación, las plantas de venta al por menor y las cabeceras de las camas sanitarias, hasta los despliegues periféricos, las instalaciones de datos regionales y los centros de datos centrales. La base de este enfoque no será solo la visibilidad de los datos, sino la orquestación de la infraestructura de datos, con las capacidades emergentes de DCIM 3.0.
Adaptación con perspicacia
Un ejemplo de cómo se está desarrollando esto es la industria alimentaria, donde los productores de huerta están reduciendo la temperatura de sus invernaderos como consecuencia directa del aumento de los costes energéticos. Con un conjunto completo de sensores, desde la maceta hasta la estantería, los horticultores pueden modelizar el cambio de temperatura, predecir el rendimiento y los cambios en los cultivos, y comprender dónde es necesario optimizar los costes para hacer frente al escenario. Al poder procesar los datos cerca del lugar donde se producen, antes de que los modelos centrales hagan números, los cultivadores pueden adaptar los requisitos de mano de obra, transporte y distribución, basándose en datos precisos y análisis informados. Otros ejemplos son la asistencia sanitaria, donde las aportaciones de los médicos a pie de cama pueden analizarse en despliegues periféricos para realizar análisis en tiempo real.
Estos enfoques de la recopilación de datos y el análisis inicial sólo son posibles mediante la integración perfecta de las capacidades de borde con los recursos de datos centrales, a través de la gestión de la infraestructura de datos, desde DCIM hasta los lagos de datos y el análisis impulsado por IA.
Al conectar todos los puntos de conexión entre el usuario y las aplicaciones, debemos ser conscientes de la seguridad y del riesgo que conlleva.
Por eso hemos desarrollado asociaciones sólidas para comprender los riesgos y garantizar que nuestras aplicaciones y servicios puedan mantener la resistencia, la seguridad y la sostenibilidad de los sistemas informáticos del mañana, incluso cuando abarcan un entorno informático híbrido cada vez más extendido.
A estos grandes temas de la resistencia y la seguridad hay que añadir otro requisito fundamental: la sostenibilidad. Una de las principales ventajas de este nuevo mundo basado en software es la posibilidad de aplicar métricas estandarizadas en todos los ámbitos para medir y gestionar las emisiones y el impacto ambiental. Los objetivos de reducir las emisiones basados en la ciencia se están adoptando cada vez más y pueden ayudar a las organizaciones a comprender y cumplir este objetivo, incluso en medio de las tendencias actuales.
Los recientes sucesos que se están produciendo en todo el mundo han demostrado que las cadenas de suministro son vulnerables y están sujetas a influencias difíciles de predecir. Más allá de la situación geopolítica, a los acontecimientos de cisne negro, como el bloqueo del Canal de Suez, se suman los trastornos relacionados con el clima, desde los incendios forestales de California, las inundaciones europeas y las sequías australianas hasta las recientes olas de calor y temperaturas récord en varios continentes.
Con poca antelación, las organizaciones suelen tener que adaptarse a nuevas realidades, ya sea por sanciones, fluctuaciones de los precios de la energía o interrupciones del acceso. La escasez y los retrasos en el abastecimiento han afectado sobre todo a la construcción, la industria automovilística e incluso el suministro de alimentos.
Una parte importante de este nuevo mundo habilitado para el software es la profunda integración de la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (AM). La resistencia se consigue mediante la fiabilidad y la previsibilidad. El análisis predictivo, a través de la aplicación en profundidad de estas tecnologías, puede permitir regímenes de mantenimiento preventivo altamente eficaces que pueden detectar o prevenir fallos antes de que puedan afectarlas operaciones.