El próximo 5 de junio se celebra una de las fechas más importantes de la ONU, el día mundial del medio ambiente. Cabe resaltar que este año es especial, ya que se conmemoran los 50 años desde la primera reunión internacional para conversar sobre este tema. Frente a esto, es importante ver algunos planteamientos que hay que seguir reforzando desde el sector empresarial.
Asegurar los compromisos de los países en relación con la sostenibilidad y, especialmente, en materia de descarbonización, debe hacer parte de los principales objetivos de las empresas. Aunque Colombia no sea uno de los países que más contribuye al cambio climático, sí es uno de los más vulnerables a sus efectos.
En la cumbre del clima COP26 en Glasgow (Escocia), que ocurrió a fines de 2022, el Gobierno colombiano presentó la Estrategia Colombia Carbono Neutral (ECCN), su plan de largo plazo que busca reducir en un 51 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 y alcanzar la carbono neutralidad para el 2050.
Como parte de la ECCN se desarrolló el Programa Nacional de Carbono Neutralidad, donde el gobierno invita a las organizaciones que operen en el territorio nacional a contribuir a las metas de descarbonización del país. Casi 600 empresas se han comprometido a reducir su huella de carbono a través del programa. El Ministerio de Ambiente espera contar con mil compañías inscritas hasta julio, lo que representa una oportunidad de negocios importante.
“Elegir cuál será el primer paso para disminuir la huella de carbono de una organización sigue siendo desafiador. Factores como dónde y cuánto invertir, qué adaptar y qué cambios son más importantes tienden a convertirse en obstáculos para las organizaciones que quieren ser más sostenibles” afirma Rafael Segrera, Presidente de Schneider Electric para América del Sur.
En este sentido, es fundamental entender cómo se estructura el proceso de reducción gradual de las emisiones de gases de efecto invernadero y los niveles que se alcanzan, con especial atención a los conceptos de carbono neutro y cero neto.
Diferencias entre carbono neutral y cero neto
A primera vista, las definiciones suenan similares. A pesar de ello, los resultados para el medio ambiente y el nivel de liderazgo son bastante diferentes. Entonces, ¿cuál de estas opciones tiene más sentido y, sobre todo, ¿cuál es más viable para su empresa empiece a invertir?
Partiendo de la definición de carbono neutral, las empresas que apuestan por este tema necesitan desarrollar proyectos efectivos para reducir sus emisiones de carbono y asegurar que las emisiones residuales, sean compensadas mediante un volumen equivalente de remoción de estos gases de la atmósfera. Esto se conoce en el mercado como “compensaciones de carbono”, que se pueden realizar a través de la adquisición de créditos de carbono de soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación, o soluciones técnicas como la eliminación física de GEI.
Pasar a cero netos, por otro lado, significa que habrá una eliminación total de las emisiones de carbono, ya sea directa o indirectamente, lo que involucra los gases generados por toda la cadena de valor, incluidos los proveedores y los clientes.
Por lo tanto, al comprender las principales diferencias entre carbono neutral y cero neto, se vuelve más claro para las empresas que los objetivos son excluyentes y que está al alcance para lograr a lo largo del tiempo. Esto ayuda a perder el miedo a invertir, priorizar la acción y romper la inercia necesaria para desencadenar el proceso de cambio.
“Alcanzar el nivel cero neto, por ejemplo, termina siendo más complejo para aquellos que están comenzando a estructurar sus indicadores ESG. Para quienes están más avanzados en el tema, la idea se vuelve más tangible y menos compleja de implementar” concluye Segrera.
Para finalizar, otro punto importante será adoptar soluciones con propuestas sostenibles que puedan gestionar el uso de los recursos naturales de la mejor manera posible. La combinación de la digitalización con una serie de tecnologías existentes, agilizan el proceso. No bastará solo con implementar pues un exitoso resultado deberá ser constante, tener un monitoreo y adaptar toda la cadena de valor.