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En el contexto de la revolución digital en la que vivimos, los productos eléctricos desempeñan un papel fundamental tanto en nuestros hogares como en nuestros negocios. Desde electrodomésticos hasta dispositivos electrónicos, dependemos de ellos para llevar a cabo nuestras tareas diarias de manera fácil, rápida y eficiente.
A medida que los dispositivos electrónicos se convierten en elementos intrínsecos de nuestra vida diaria, la necesidad de garantizar su funcionalidad y seguridad se vuelve un elemento crucial. Los estándares y regulaciones son desarrollados por organizaciones especializadas y establecen los requisitos mínimos de calidad y seguridad que los productos deben cumplir.
“Es importante contar con soluciones que ofrezcan seguridad y estabilidad en el manejo de la energía. El uso inadecuado de las instalaciones eléctricas y fuentes de poder, o el adquirir productos de dudosa procedencia pueden ocasionar, en el peor de los casos, incendios o daños irreversibles, con consecuencias graves y costosas”, comentó Tomás Vázquez, director de Ventas a Canales para Schneider Electric.