El objetivo de diseñar nuevas y mejores ciudades para el futuro atiende a las actuales carencias de planificación y uso ineficiente de los recursos en los múltiples asentamientos urbanos de distintas geografías. En tal sentido, innovar en ciudades sustentables ayudará a optimizar procesos para reducir factores contaminantes y, por ende, frenar las afectaciones al medio ambiente.
Es decir, las ciudades del futuro buscan ser altamente sofisticadas y adaptativas en términos arquitectónicos y tecnológicos. No obstante, lo más importante es que su nivel de funcionalidad vaya de la mano de la sostenibilidad y la eficiencia ecológica. Esto es, que sean entornos amigables con el medio ambiente y sustentables por sí mismas.
Ese es precisamente el reto de cara a 2050, cuando se estima que ya estén habitados los principales centros urbanos del mundo bajo estas características.
El rol de la industria energética
Parte de esta innovación corresponde y, en alto grado, depende de la industria energética por las implicaciones que ésta tiene en la generación de energías limpias. Así, además de generar y promover el consumo de energías renovables, la industria tendrá que migrar a procesos digitales y autónomos que ayuden a la autosuficiencia de las ciudades del futuro.
De acuerdo con la ONU, el 70% de las emisiones que están impulsando el cambio climático en el planeta provienen de las ciudades, que para 2040 albergarán dos tercios de la población mundial. Asimismo, el organismo señala que la demanda urbana de recursos podría aumentar en 125% para 2050, lo que plantea un desafío y la necesidad de que las ciudades vuelvan a pensarse.
La apuesta de la electricidad 4.0
Es aquí donde tiene cabida la electricidad 4.0 como fase modular que transita hacia la digitalización y eficiencia de los recursos energéticos.
Hoy se sabe que la energía juega un papel relevante en el problema del cambio climático pues los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas son responsables de
más del 75% del total de emisiones de gases globales de efecto invernadero y cerca del 90% de todas las emisiones en dióxido de carbono.
Pero a su vez, la eficiencia energética también es un factor fundamental para su solución. Pues, en la medida en que se invierta en fuentes de energía alternativas se lograrán menores impactos climáticos.
Un paso más hacia el futuro
Ya es un hecho que se está avanzando en esta agenda de protección. Cerca del 29 % de la electricidad proviene actualmente de fuentes de energía renovables. Y más optimista aún es el escenario para las próximas décadas. La Agencia Internacional de Energías Renovables (o IRENA, por sus siglas en inglés) calcula que el 90 % de la electricidad mundial puede, y debe, tener su origen en las energías renovables para el año 2050.
En palabras del presidente y director general Schneider Electric México y Centroamérica, Jesús Carmona, en la última entrega del Industrial Transformation México 2022 organizado por Hannover Fairs México: “Es momento de adaptar las industrias a las nuevas tecnologías, de hacerlas más resilientes al optimizar la energía eléctrica. Es momento de dar un paso más en el camino a la sostenibilidad, automatizando y digitalizando procesos. Por nuestro planeta y las generaciones venideras, proponemos soluciones que integren productos conectados al Internet Industrial de las Cosas (IIoT). Así, cada industria puede operar de forma más eficiente, mientras genera y analiza –con el apoyo de softwares especializados– información trascendental para tomar decisiones que reduzcan su impacto ecológico y optimicen costos”.
