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Facebook: @SchneiderElectricMX / Twitter: @SchneiderMX
Por: Emmanuel Lagarrigue, Chief Strategy Officer de Schneider Electric
En todo el mundo, las redes eléctricas están experimentando la transformación más grande en un siglo. La eficiencia energética y la sostenibilidad se han vuelto las mayores preocupaciones para las empresas, ya que se preparan para un futuro bajo en carbono. El costo de la tecnología sigue disminuyendo rápidamente mientras que las capacidades de computación, almacenamiento y banda ancha están mejorando exponencialmente. Los sensores diminutos, económicos, de gran potencia y comunicación habilitada se están volviendo elementos integrados en todo lo que nos rodea, lo cual lleva a una interconexión de activos cada vez mayor conforme crece el Internet de las Cosas (IoT).
Cuando se trata de energía, la combinación de innovaciones emergentes que producen, transmiten y consumen energía, se traduce en un gran cambio: la descentralización, es decir, la transformación de “la calle de un sólo sentido” de la energía, en una carretera de múltiples sentidos y múltiples carriles.
La generación de energía centralizada cada vez más da lugar a lo descentralizado, ya que nuevas tecnologías siguen permitiendo distintas formas de generación, almacenamiento y transmisión de energía.
Esto significa que las redes eléctricas como las conocemos, y todo lo relacionado con las mismas, están cambiando rápidamente. La descentralización es una revolución extrema en nuestra forma de generar, almacenar trasladar y consumir energía.
De consumidor a prosumidor
En una tradicional red eléctrica centralizada, los productores, los operadores de transmisión y distribución y los proveedores de energía, trabajan en conjunto para llevar electricidad a los consumidores. No obstante, los avances en los recursos de energía distribuida y la energía renovable, los dispositivos conectados a IoT y las redes de pares, están reformando ese paradigma drásticamente. En 2016, los recursos de energía renovable contribuyeron más de un 30% a la capacidad total de generación energética instalada global1
Hoy ya podemos ver a consumidores en numerosas industrias exigiendo más control. Los compradores en línea, por ejemplo, con frecuencia compran o venden productos en línea en la misma plataforma. En el nuevo panorama energético, los dispositivos que consumen energía se volverán, en muchos casos, activos capaces de almacenar y redistribuir energía cuando sea necesario.
Para los que actualmente sólo consumimos energía, ya sea en nuestros hogares o negocios, la descentralización significa que nos involucraremos más y más en la producción de energía y también, en su almacenamiento. Evolucionaremos de consumidores energéticos unilaterales a prosumidores energéticos multidireccionales. De esta forma, las luces terrestres son activos conectados al ecosistema de redes.
Un mercado energético abierto
Consideremos un ejemplo hipotético utilizando energía solar. Los prosumidores podrían instalar medidores con sensores y tecnología inteligente, dichos medidores inteligentes miden la energía de la red solar y envían información a una aplicación móvil sobre la producción y el consumo de energía, así como sobre la energía sobrante. Posteriormente, el prosumidor informado vende el sobrante al mercado de consumidores mediante una plataforma comercial en línea. La transacción sería completamente automatizada con base en contratos inteligentes, mientras que una red basada en cadena de bloques registraría las ventas. La red eléctrica (asistida, quizás, por servicios previsores) brinda la energía comprada a los consumidores u otros prosumidores. Mediante el uso de cadenas de bloques es posible visualizar una red eléctrica descentralizada que facilita la producción, distribución y comercialización de energía renovable por parte de dueños de hogares locales.
De hecho, en un futuro descentralizado todas las grandes organizaciones necesitarán volverse una compañía energética, capaz de producir, almacenar y vender energía en tiempo real. Esto traerá complejidad y numerosas oportunidades financieras, ya que las compañías que cuenten con generación, almacenamiento y dispositivos de IoT necesarios para participar, podrán abrir nuevas fuentes de ingresos mediante la venta de energía sobrante a sus iguales. Por otro lado, esto también implicará contar con personal in situ o subcontratado para gestionar energía en este nuevo entorno dinámico.
La descentralización significa que los consumidores y negocios similares continuarán obteniendo nuevas oportunidades y además, los propios servicios tendrán la oportunidad de evolucionar a algo nuevo a fin de volverse facilitadores de y en el nuevo mundo de energía.
Una oportunidad para los servicios
Para los servicios energéticos, la descentralización presenta una oportunidad enorme. Como un actor clave en las redes eléctricas establecidas y centralizadas, los servicios cuentan con mucha de la experiencia necesaria para facilitar la transición del actual flujo energético unidireccional al flujo multidireccional del futuro. Algunas de las compañías energéticas estadounidenses más importantes están invirtiendo en un futuro descentralizado.
Esto no significa que los servicios no enfrentarán desafíos, que incluyen:
Los servicios enfrentan los desafíos que presenta la descentralización y capitalizan todas las oportunidades mediante su propia transformación digital.
El ecosistema MeshGrid
¿Qué hay del otro lado de la descentralización? ¿A dónde se dirige esta revolución? Aún no están claros todos los detalles, pero el futuro que resulte de la red eléctrica, el producto final de la descentralización es a lo que llamamos ecosistema MeshGrid™. Este ecosistema creará una red entre el mundo físico y el virtual, permitiendo que la generación de energía, su almacenamiento y su consumo sean optimizados continuamente mediante la automatización. Las bases de este ecosistema ya se están estableciendo mediante la llegada de tecnología que habilita microrredes y nanoredes interconectadas capaces de producir, utilizar y almacenar energía, además de hacer negocios energéticos con otros.
Mientras que un ecosistema MeshGrid plenamente realizado y activo aún está en el futuro, la descentralización ya está aquí, y no hace más que crecer. Como cualquier revolución, la descentralización es disruptiva; nos enfrenta a todos a nuevos retos y nos presenta nuevas oportunidades muy importantes. Las compañías y los servicios que actualmente adoptan la descentralización y que se preparan para el próximo ecosistema MeshGrid, tendrán una fuerte ventaja tanto ahora como en el futuro.
[1] Fuente: Panorama Energético Mundial 2016
Facebook: @SchneiderElectricMX / Twitter: @SchneiderMX
Por: Emmanuel Lagarrigue, Chief Strategy Officer de Schneider Electric
En todo el mundo, las redes eléctricas están experimentando la transformación más grande en un siglo. La eficiencia energética y la sostenibilidad se han vuelto las mayores preocupaciones para las empresas, ya que se preparan para un futuro bajo en carbono. El costo de la tecnología sigue disminuyendo rápidamente mientras que las capacidades de computación, almacenamiento y banda ancha están mejorando exponencialmente. Los sensores diminutos, económicos, de gran potencia y comunicación habilitada se están volviendo elementos integrados en todo lo que nos rodea, lo cual lleva a una interconexión de activos cada vez mayor conforme crece el Internet de las Cosas (IoT).
Cuando se trata de energía, la combinación de innovaciones emergentes que producen, transmiten y consumen energía, se traduce en un gran cambio: la descentralización, es decir, la transformación de “la calle de un sólo sentido” de la energía, en una carretera de múltiples sentidos y múltiples carriles.
La generación de energía centralizada cada vez más da lugar a lo descentralizado, ya que nuevas tecnologías siguen permitiendo distintas formas de generación, almacenamiento y transmisión de energía.
Esto significa que las redes eléctricas como las conocemos, y todo lo relacionado con las mismas, están cambiando rápidamente. La descentralización es una revolución extrema en nuestra forma de generar, almacenar trasladar y consumir energía.
De consumidor a prosumidor
En una tradicional red eléctrica centralizada, los productores, los operadores de transmisión y distribución y los proveedores de energía, trabajan en conjunto para llevar electricidad a los consumidores. No obstante, los avances en los recursos de energía distribuida y la energía renovable, los dispositivos conectados a IoT y las redes de pares, están reformando ese paradigma drásticamente. En 2016, los recursos de energía renovable contribuyeron más de un 30% a la capacidad total de generación energética instalada global1
Hoy ya podemos ver a consumidores en numerosas industrias exigiendo más control. Los compradores en línea, por ejemplo, con frecuencia compran o venden productos en línea en la misma plataforma. En el nuevo panorama energético, los dispositivos que consumen energía se volverán, en muchos casos, activos capaces de almacenar y redistribuir energía cuando sea necesario.
Para los que actualmente sólo consumimos energía, ya sea en nuestros hogares o negocios, la descentralización significa que nos involucraremos más y más en la producción de energía y también, en su almacenamiento. Evolucionaremos de consumidores energéticos unilaterales a prosumidores energéticos multidireccionales. De esta forma, las luces terrestres son activos conectados al ecosistema de redes.
Un mercado energético abierto
Consideremos un ejemplo hipotético utilizando energía solar. Los prosumidores podrían instalar medidores con sensores y tecnología inteligente, dichos medidores inteligentes miden la energía de la red solar y envían información a una aplicación móvil sobre la producción y el consumo de energía, así como sobre la energía sobrante. Posteriormente, el prosumidor informado vende el sobrante al mercado de consumidores mediante una plataforma comercial en línea. La transacción sería completamente automatizada con base en contratos inteligentes, mientras que una red basada en cadena de bloques registraría las ventas. La red eléctrica (asistida, quizás, por servicios previsores) brinda la energía comprada a los consumidores u otros prosumidores. Mediante el uso de cadenas de bloques es posible visualizar una red eléctrica descentralizada que facilita la producción, distribución y comercialización de energía renovable por parte de dueños de hogares locales.
De hecho, en un futuro descentralizado todas las grandes organizaciones necesitarán volverse una compañía energética, capaz de producir, almacenar y vender energía en tiempo real. Esto traerá complejidad y numerosas oportunidades financieras, ya que las compañías que cuenten con generación, almacenamiento y dispositivos de IoT necesarios para participar, podrán abrir nuevas fuentes de ingresos mediante la venta de energía sobrante a sus iguales. Por otro lado, esto también implicará contar con personal in situ o subcontratado para gestionar energía en este nuevo entorno dinámico.
La descentralización significa que los consumidores y negocios similares continuarán obteniendo nuevas oportunidades y además, los propios servicios tendrán la oportunidad de evolucionar a algo nuevo a fin de volverse facilitadores de y en el nuevo mundo de energía.
Una oportunidad para los servicios
Para los servicios energéticos, la descentralización presenta una oportunidad enorme. Como un actor clave en las redes eléctricas establecidas y centralizadas, los servicios cuentan con mucha de la experiencia necesaria para facilitar la transición del actual flujo energético unidireccional al flujo multidireccional del futuro. Algunas de las compañías energéticas estadounidenses más importantes están invirtiendo en un futuro descentralizado.
Esto no significa que los servicios no enfrentarán desafíos, que incluyen:
- Integrar recursos de energía distribuida (DER)
- Enfrentar la cambiante demanda energética debido a que los recursos de energía distribuida ya están creciendo
- Garantizar seguridad y confiabilidad para clientes conforme evoluciona la red eléctrica
- Evolucionar sus propios modelos comerciales para adaptarse a un nuevo mercado energético
Los servicios enfrentan los desafíos que presenta la descentralización y capitalizan todas las oportunidades mediante su propia transformación digital.
El ecosistema MeshGrid
¿Qué hay del otro lado de la descentralización? ¿A dónde se dirige esta revolución? Aún no están claros todos los detalles, pero el futuro que resulte de la red eléctrica, el producto final de la descentralización es a lo que llamamos ecosistema MeshGrid™. Este ecosistema creará una red entre el mundo físico y el virtual, permitiendo que la generación de energía, su almacenamiento y su consumo sean optimizados continuamente mediante la automatización. Las bases de este ecosistema ya se están estableciendo mediante la llegada de tecnología que habilita microrredes y nanoredes interconectadas capaces de producir, utilizar y almacenar energía, además de hacer negocios energéticos con otros.
Mientras que un ecosistema MeshGrid plenamente realizado y activo aún está en el futuro, la descentralización ya está aquí, y no hace más que crecer. Como cualquier revolución, la descentralización es disruptiva; nos enfrenta a todos a nuevos retos y nos presenta nuevas oportunidades muy importantes. Las compañías y los servicios que actualmente adoptan la descentralización y que se preparan para el próximo ecosistema MeshGrid, tendrán una fuerte ventaja tanto ahora como en el futuro.
[1] Fuente: Panorama Energético Mundial 2016